El béisbol, Dios, qué juego tan brutal. Tan perverso. Hasta sádico, la verdad. Cómo se mete bajo tu piel y te hace sentir miserable. Si pasas un rato en un camerino de béisbol uno se empieza a preguntar por qué alguien se pone a jugar esta cosa....Seguir leyendo hoy
No comments:
Post a Comment