Jack Crowley, 15, estaba practicando pitcheo el sábado por la noche en un centro de béisbol de Puerto Peñasco cuando fue alcanzado en el pecho por una línea bateada por su hermano menor.
"De inmediato supe que algo andaba mal, porque estaba sin aliento, mareado", dijo Crowley. "Caí en mis rodillas y estaba como 'Oh Dios.'"
"Pensé que mi hijo estaba muerto," el padre de Crowley, John Crowley, dijo desde la casa de la familia en Shoreham.
Él y su esposa, Nancy Crowley, miraron con horror el Sábado como su hijo mayor yacía inconsciente en la jaula de bateo.
John Crowley, dijo que mirando a su hijo en el suelo fue el peor momento de su vida. Su esposa dijo que ella agarró su hijo, pensando que iba a morir.
"Yo no iba a dejar que se vaya", dijo Nancy Crowley. "Yo no iba a dejar de mirarlo porque pensé que se estaba yendo."
Mientras que otros atendían a su hijo, el sargento de la policía fuera de servicio del condado de Suffolk John Cerato agarró un desfibrilador de una casa de campo cercana y lo utilizó en el adolescente.
El presidente de la pequeña liga de North Shore dice que un desfibrilador actualmente no es obligatorio en todos los sitios de béisbol.
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