NUEVA YORK._ La Junta Comunal #12 del Alto Manhattan,
le negó la licencia para vender licores al popular restaurante tapas y bar,
“Lucky Seven”, propiedad del reconocido empresario artístico Félix Cabrera,
también dueño de South Beach y La Casa del Mofongo, por la agresión de que
fueron víctimas dos oficiales de la policía de Nuevas York en abril de este
año.
El comité de licores de la junta, había pre aprobado a
principios de este mes, la renovación de la licencia, sujeto a una
investigación del incidente, pero en la reunión de esta semana, el pleno
decidió la negativa.
El restaurante “Lucky Seven” está situado en el
edificio 1447 de la avenida Saint Nicholas en el Alto Manhattan y es contiguo a
la “Casa del Mofongo”. En el segundo negocio, un guardia de seguridad fue
asesinado por un dominicano, luego de una disputa en el interior, cuando el
homicida borracho, armó una trifulca por una mujer.
En ese entonces, Cabrera logró convencer a las
autoridades de que el asesinato fue cometido afuera y no dentro del
establecimiento, por lo que no confrontó problemas.
La información sobre las agresiones a los dos
policías, no fue tratada en la reunión de la junta, pero miembros de la misma,
dijeron al final de la asamblea, que el asalto a los agentes, pone en peligro
la seguridad comunitaria en el área en la que se ubica el negocio de Cabrera.
Cuando el solicitante sometió la petición a la junta,
un oficial del cuartel 34 no se opuso.
La decisión contra Cabrera fue tomada el martes por la
noche y la junta discutió los ataques a los policías, así como quejas adicionales
de comunitarios que alegan que tanto dentro como fuera de “Lucky Seven”, se
producen pleitos, desórdenes, enfrentamientos y ruidos que intranquilizan a los
constituyentes del área, que es residencial y en la que cohabitan miles de
dominicanos.
Barbara Frazier, miembro de la junta, dijo que ella
estaba en la última reunión del Concilio Comunal del cuartel 34, cuando escuchó
a varias personas, referirse a la angustia que viven por la situación que se
genera, especialmente por las noches y las madrugadas en la zona del
restaurante de Cabrera.
“Ellos relataron situaciones verdaderamente incómodas
y peligrosas para quienes viven cerca de Lucky Seven y yo, quiero hablar por
ellos”, añadió la señora Frazier.
Ningún representante de “Lucky Seven” habló en la
reunión de la junta comunal.
EL INCIDENTE
La agresión a los policías se produjo el 29 de abril a
las 1:30 de la madrugada, cuando los agentes del cuartel 34 fueron atacados
frente a “Lucky Seven”, después de llegar a la escena al responder una llamada
al 911 por una pelea que comenzó en el interior del negocio.
Los agresores de los policías fueron identificados
como Dajon Meléndez de 24 años de edad y Jacab Harris de 25, quienes fueron
arrestados y acusados de asalto a los oficiales y resistencia al arresto, luego
de golpear a ambos oficiales que trataban de dispersar a numerosos clientes y
curiosos que observaban la pelea.
Los policías sufrieron heridas menores, incluidos
moretones, hinchazón y cortes alrededor de los ojos.
Harris, había sido encarcelado durante dos años por
posesión de armas y en la agresión a los agentes, se le encontró una navaja en
un bolsillo.
Una noche después del primer incidente, el comandante
del cuartel 34 Chris Morello de origen italiano, también fue agredido frente a
“Lucky Seven”. El dijo en una reunión comunitaria del cuartel, que la policía
está al tanto de los problemas y escándalos que se producen en el restaurante.
“Lucky Seven ha sido un reto”, dijo el alto oficial y
adelantó que se reuniría con Félix Cabrera para discutir las condiciones de
detener el desorden y mejorar las operaciones del establecimiento, además de la
seguridad.....Seguir leyendo laverdadnosenegocia
LOS VECINOS
Vecinos residentes cerca de “Lucky Seven”, catalogaron
al restaurante como “una fuente de intranquilidad y desorden” desde que se
abrió.
Dijeron que el ruido es indetenible y que abre desde
las 4:00 de la tarde hasta las 4:00 de la madrugada, los siete días de la
semana.
El negocio recibió la licencia para venta de alcohol
en el 2010.
Kai Hunter, uno de los vecinos, señaló que “incluso en
invierno, con todas las ventanas cerradas, el ruido es tan fuerte que todos
podemos escucharlo desde la calle hasta los apartamentos”.
Después del asalto a los policías, la uniformada le
dio una citación al establecimiento por los desórdenes y la situación fue
remitida a la Autoridad de Alcohol del Estado de Nueva York que originalmente
decidió negarle la licencia.
Cabrera, no respondió llamadas ni mensajes de este
reportero para una reacción por la negación de la licencia a su negocio.
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