NUEVA YORK._ “No me tiren a mi hijo, dejen que yo
hable con él, pero ahí mismo le dispararon los dos sargentos”, denunció la
madre dominicana Cecilia Luna Díaz, cuyo hijo Elvin Díaz, fue ultimado a
balazos por patrulleros de la policía de Hackensack en New Jersey, que habían
ido a la casa a buscarlo.
Desgarrada en llantos, la madre relató que uno de los
agentes, ambos hispanos, era supuestamente “amigo” de la familia durante 16
años.
“¡No me lo maten, no me lo maten!”, gritaba ella a los
dos oficiales identificados como Miguel Molina y Wrvin Hernández, el primero un
veterano con 15 años en la fuerza.
“Yo no lo vi con ningún cuchillo, porque ellos no me
dejaron entrar a hablar con él. Se los pedí de favor, pero no me hicieron
caso”.
El director de la policía en Hackensack, Michael Mordaga
dijo en su cuenta twitter, que los dos agentes “están devastados” por haber
tenido que matar al joven dominicano, “pero no tuvieron otra alternativa”.
La uniformada alega que la víctima, esgrimió un largo
cuchillo cuando los agentes que dispararon 11 balazos, trataban de arrestarlo
por no presentarse a una cita con su oficial en el Departamento Libertad Bajo
Palabra, después de salir de la cárcel.
Era el menor de los dos hijos de Cecilia y tenía 24
años de edad.
“Les dijo a los dos sargentos que no le tiraran y que
me dieran un minuto para yo hablar con él, pero le dispararon”, recalcó la
madre dominicana.
“Si yo hubiera estado ahí, hubiesen tenido que
matarnos a toditos juntos porque yo a un propio hijo mío, no dejo que la
policía haga lo que quiera con él”, dijo por su parte la encolerizada tía de la
víctima.
La policía señaló que Díaz fue liberado en libertad
condicional en enero de este año. Había sido encarcelado porque iba en su
bicicleta y cuando patrulleros le ordenaron detenerse, no escuchó la orden
porque llevaba el audífono puesto, según explica la madre.
“Lo mandaron a parar y él no escuchó porque tenía el
audífono puesto, la policía se le atravesó y lo detuvieron”, expresó la madre.
Díaz residía en la casa número 10 de la avenida Temple
en Hackensack y aparentemente tenía problemas de depresión y actuaba como
bipolar, aunque no nunca fue diagnosticado.
La policía reveló que la víctima, intentó suicidarse
en una ocasión, quemando el carro que manejaba.
Los familiares advirtieron que no se quedarán de
brazos cruzados y lucharán hasta el final para que se haga justicia.
Dijeron que no era necesario que lo mataran de 11
balazos, cuando hay otros métodos que pudieron utilizar para controlarlo.
El hecho ocurrió el jueves de la semana a las 10:30 de
la noche....Seguir leyendo laverdadnosenegocia
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