
“Voy dos veces a la semana a spas y centros de masajes
que están en el área de Hollywood”, relató el dominicano, añadiendo que las
mujeres que trabajan allí, le cobran $30 dólares por masajes, pero ese precio
puede subir hasta $80, cuando hay relaciones sexuales.
Ramírez, rehusó dar la cara debido a que ejercer,
promover y proponerles a las mujeres que se prostituyan es un delito en los
Estados Unidos.
“Ellas hacen todo lo que uno quiera, yo les doy de
propina entre $5 y $10 dólares, dependiendo del servicio que me hagan”,
sostiene el dominicano.
El paquete, añade, incluye “servicios” sexuales de
todo tipo y Ramírez se ufana de que se ha acostado con mujeres de una amplia
variedad, entre estas compatriotas suyas, mexicanas, asiáticas, caribeñas y
centroamericanas.
El dominicano que reside en el Este de Los Angeles y
es soltero, se vanagloria también de que le gusta ir a los masajes eróticos,
“porque allí, es más seguro estar con una masajista que con una prostituta de
las calles”.
“Esos lugares son muy limpios. Hay privacidad, uno
lleva el condón, pero ellas también lo tienen por si acaso”, agrega Ramírez.
“Puedo escogerlas de muchas razas, porque variedad
para uno no aburrirse”, dijo.
Se enteró de las mujeres que hacen el oficio más
antiguo del mundo, a través de una revista de anuncios clasificados que
encontró en una licorería.
Autoridades de Los Angeles dicen que en los últimos
esos negocios han proliferado en la ciudad y que desde el 2012, se han abierto
17 nuevos centros de masajes y spas.
“Hay uno casi en cada esquina”, señaló Ramírez.
Y una gran parte de esos negocios, se dedican a los
“masajes con final feliz”, es decir con sexo.....Seguir leyendo laverdadnosenegocia
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