En una inusual sentencia, un juez del
Tribunal Superior de Lawrence en Massachusetts, condenó al dominicano Franklin
Castaños de 45 años de edad a cadena perpetua y 2 años, por el asesinato de su
novia, Sollanly Paulino de 23
y posesión ilegal de un arma de fuego, la que usó para liquidar a la mujer, que decidió romper las relaciones con el victimario.
y posesión ilegal de un arma de fuego, la que usó para liquidar a la mujer, que decidió romper las relaciones con el victimario.
Castaños, fue declarado culpable por el jurado de
asesinato premeditado en primer grado y porte ilegal del arma de fuego.
"Con su muerte, estoy perdida, al mismo tiempo",
dijo la señora María Paulino, madre de la víctima a la jueza Mary Ames durante una declaración
en la audiencia de condena y sobre el impacto emocional que ha producido el
asesinato a la familia.
Castaños, fue condenado a un término de cadena
perpetua obligatoria, sin posibilidad de
libertad condicional.
El asesinato lo perpetró el 20 de
febrero de 2014 en el apartamento que compartía con la mujer. La asesinó al
estilo ejecución, de un
"Nadie debería tener que enterrar a una
hija", le dijo la jueza Ames a la madre. "Lo siento por la terrible
pérdida con la que usted y su familia van a tener que vivir por el resto de sus
vidas", expresó la magistrada.
El juicio, que duró una semana y media, después que Castaños rechazara un acuerdo de culpabilidad en el que
tendría que admitir el asesinato en segundo
grado a cambio de la oportunidad de libertad condicional después de 20 años en
la cárcel, estuvo matizado por dramáticos testimonios y exposiciones de
especialistas, pero el jurado sólo necesito poco más de una hora llegar al
veredicto.
El abogado de Castaños, Michael Phelan sugirió a los
miembros del jurado que la evidencia apuntaba a un disparo accidental.
"No debió haber ocurrido", dijo Phelan en su
alegato final. "Las armas son peligrosas y cuando se manejan inadecuadamente,
pueden causar lesiones graves y la muerte y eso es lo que pasó con Solanlly
Paulino", dijo el jurista.
La fiscal Kristen Buxton utilizó las propias palabras
del acusado para sugerir lo contrario, recordando que el convicto, le confesó a
un amigo y a la policía haber asesinado a la novia.
Un médico forense dijo al jurado que la pistola fue
disparada cerca de la sien de Paulino.
Poco después del asesinato, un policía estatal llamó a
la madre para preguntarle por su hija. Paulino, que había servido brevemente en
la Infantería de Marina, estaba pensando en convertirse en una policía estatal.
También aspiraba a ser una modelo profesional y
trabajaba cuidando niños, mientras estudiaba en la universidad.
La madre va al cementerio todos los días a visitar la tumba de la hija que ella apodaba "Gigi".
“Con es bala, ese hombre apagó mi corazón, mi paz y mi alma", agregó la madre ante la
jueza.
Castaños comenzó a llorar mientras la sentencia iba a
ser impuesta, pero no dijo nada. Su ex esposa y una hija, que estaban en la sala
del tribunal, también lloraron.
"Este fue un caso muy triste en el que la vida de
una mujer joven fue arrebatada", dijo el jefe de policía de Peabody Thomas
Griffin en un comunicado después del veredicto. "Gracias a la ardua labor
de la Oficina del Fiscal del Distrito de Essex, los detectives de la Policía
Estatal de Massachusetts asignados a la oficina y detectives de la fiscalía, se
ha hecho un acto de justicia con este
veredicto", añadió el oficial.
"Este caso es un triste recordatorio del peligro
que enfrentan las mujeres cuando tratan de escapar de una relación
abusiva", dijo el fiscal de distrito Jonathan Blodgett en un comunicado. ...Seguir leyendo siguiendo-lanoticia
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