Dilson Espinal, el superintendente dominicano del edificio en el que vive la señora Santos, que sometió al pitcher de los Mets de Nueva York a la corte por alegadamente no mantener dos hijos (una hembra y un varón), y quien afirma que fue testigo de la relación, aseguró que el lanzador, ahora conocido como “Big Sexy”, le ha todo lo que necesitan a los niños, y añadió que ella no quiso dar a conocer quién era el papá de los niños, debido a ese argumento.
Espinal, señala en una entrevista con el tabloide New York Post, que siempre veía al pelotero cuando llegaba al edificio a visitar a Santos y a los menores y que fue una de las primeras personas conocidas de Santos, que se enteró de la relación de concubinato, por boca de ella.
“Hace aproximadamente que seguía viniendo por aquí”, explicó Espinal, encargado de mantenimiento del edificio, añadiendo que Colón, conoció a Santos en un restaurante del Alto Manhattan en el que él era asiduo cliente y allí, comenzaron a relacionarse.
“Fue un mal momento de su matrimonio con su esposa”, agrega Espinal en referencia a la señora Rosana Colón, con la que el lanzador tiene otros cuatro hijos.
En la página facebook de Alexandra, aparecen fotografías del hijo varón de ella y Colón cuyo rostro “es el retrato del papá” y no deja ninguna duda acerca de la paternidad.
Al parecer, el estelar pitcher nunca negó la paternidad de los hijos de Santos.
“Hubo un período en que su relación no estaba bien con su esposa”, insistió Espinal. “Visitaba a Alexandra regularmente, aún después de reconciliarse con su esposa, pagaba $2.500 dólares al mes por el apartamento”.
Espinal añade que Colón visitaba a sus hijos con Santos, estacionaba su vehículo en la cuadra y al rato se iba.
El pitcher, tiene 21 años casado con Rosana, que todavía no ha reaccionado a difusión de la historia sobre el romance de su esposo con Alexandra.
Una de las versiones sostiene que el lanzador conoció a Santos en la República Dominicana, cuando ella tenía 13 años de edad.
“Bartolo les daba todo lo que ellos necesitaban, lo traía él mismo o lo enviaba con su chofer: dinero, ropas, iPhone, iPod, comida y todo, además de llevarlos frecuentemente al estadio de los Mets para que lo vieran lanzar y participaron en otros juegos”, relata Espinal.
El superintendente dijo que inicialmente, Santos trató de mantener el nombre del padre de sus hijos (Bartolo Colón) en secreto, desconociendo si era o no, parte de un acuerdo entre la pareja, alegando que “se sabría en todo el edificio y todos se volverían locos por los autógrafos”.
Espinal informó que Colón visita mensualmente, a veces cada dos meses a los hijos de Santos y juega regularmente con ellos.
Los niños, al sentirse orgullosos del padre, no ocultan el nombre del lanzador, pero no está claro si Colón habría dejado de mantenerlos después de romperse la relación con Santos o la situación fue creada por un “lapsus” de su contable.
La actual esposa de Colón, dijo que conoció a los niños de Santos, pero rechazó entrar en detalles diciendo que “esto es algo personal y no quiero hablar de eso”.
Un amigo de Bartolo dijo que “los niños están inquietos, porque no están junto a su padre y les gustaría que los lleve a su casa en New Jersey”.
Cuando reporteros del Post, visitaron el apartamento de Santos, ella se negó a abrirles la puerta y hablar con ellos, mientras los niños eran recogidos en el colegio por un hermanastro de 20 años de edad.
El dijo que el papá de sus hermanito y hermanita, “vive con sus otros cuatro hijos en una mansión”, en comparación con el apartamento en el que residen los de Alexandra, próximo al puente George Washington Bridge, en el Alto Manhattan.
Colón, que parece tener pruebas de la manutención de sus hijos con Santos, decidió representarse así mismo en la corte, por lo que no contrató ningún abogado.
Pero una fuente de la oficina del equipo, dijo que “estamos sorprendidos, además de que estos casos no se pueden inventar”.
Colón, tampoco ha querido hablar con los medios respecto a la demanda en el tribunal, aunque es su costumbre no hacer contactos con los reporteros ni siquiera para hablar de los juegos y su carrera.
Envió un familiar a la puerta de su residencia en Clifton (New Jersey) a decirles a los reporteros que “Bartolo, nunca ha dejado de mantener a sus hijos”.
El manager de los Mets, Terry Collins, dijo en una conferencia de prensa, antes del primer juego con los Nacionales de Washington, que confía en que Colón, superará el escándalo, pero añadió que él, no debe discutir una situación familiar que no le compete.
“Sus problemas personales, son sus asuntos, pero él puede manejar cualquier situación”, añadió Collins. “Creo que saldrá bien de esto”.
Oficialmente, el equipo también se ha negado a comentar y en un comunicado, la oficina dijo que “este es un asunto personal y no tenemos nada que comentar”.
El agente de Colón, rehusó también hablar del caso.
En medio del escándalo, Colón tuvo una de sus peores salidas el miércoles ante los Nacionales.
Enfrentó a cinco bateadores en cuatro entradas y un tercio permitiendo tres carreras. Su más alta efectividad en esa cantidad de innings desde 2005.
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