fue capturado por agentes del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (US Marshalls), cuando iba a una barbería en un pueblo de la República Dominicana, que no fue especificado.
Batista, quien residía en Orlando, huyó a su país natal después de asesinar a Gallardo en el interior de un garaje situado en el 53 Oeste del Boulevard Central y era buscado desde hace cuatro años con una orden de arresto por los cargos de asesinato en primer grado y posesión ilegal de un arma de fuego, además de escape de la justicia de Estados Unidos.
Rebeca Sánchez, madre de la víctima, dijo que “yo sabía que iba a pasar, sólo era cuestión de tiempo”.
La madre añadió que aunque ha estado sufriendo y no volverá a ver ni abrazar a su hijo nunca más, está satisfecha de que Batista, esté ya en manos de la justicia de Florida.
Batista fue extraditado de la República Dominicana a la Florida el viernes de la semana pasada, y la policía de Orlando lo tendrá en custodia esta semana, para procesarlo judicialmente.
Seis semanas después de la muerte de Gallardo en un estacionamiento de Orlando, la madre pedía ayuda de los comunitarios para la captura del sospechoso.
"Me duele el corazón cada segundo, cada segundo," dijo la madre de Gallardo, Rebecca Sánchez en ese entonces.
La madre y la tía de Gallardo usan collares con las cenizas la víctima, desde que su cadáver fue exhumado en una funeraria de Orlando en 2012.
Ellas dijeron que el muerto amaba la pesca y la diversión, “pero sobre todo, amaba a su familia”.
"Él era mi apoyo y mi todo", dijo la señora Sánchez.
Según la madre, Gallardo fue al centro de la ciudad de Orlando, el 24 de junio de 2012 para celebrar el cumpleaños de un amigo.
Pero se enfrentó en una discusión con Batista, quien lo mató de un balazo.
Policía de Orlando identificó a Batista como el principal sospechoso en el homicidio, pero le costó cuatro años encontrarlo.
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