Shanae Johnson dijo que el dueño de Easy Thrift Shop en Rutland Road sabía que recoger los excrementos le causaría una gran ansiedad y humillación e incluso la grabó en su teléfono celular cuando se puso visiblemente con náuseas y comenzó a llorar.
"Se sentía tan degradante", dijo Johnson al Daily News. "Te estoy hablando ahora, y estoy temblando. Fue tan degradante ".
Johnson, de 26 años, dijo que intentó cumplir el pedido el 29 de noviembre en la acera fuera de la tienda, pero rompió a llorar y finalmente se negó.
Ella dijo que el dueño recogió la pila, la sostuvo cerca de su cara y le dijo que en realidad eran heces falsas cuando trató de bloquear su salida de las instalaciones.
Johnson presentó una queja ante la División de Derechos Humanos del Estado de Nueva York la semana pasada, nombrando tanto a la tienda como a su dueño, Earl Dennis. Ella afirma que fue blanco de la broma cruel después de que ella paró los avances de un compañero de trabajo masculino unos días antes.
"Mi cliente rechazó los avances sexuales y recibió represalias (en contra) por hacerlo. Su jefe le hizo recoger lo que describió como "caca de perro" y filmó el incidente en su teléfono celular ", dijo el abogado de Johnson, David H. Rosenberg, al Daily News.
"No sé nada de esto", dijo Dennis al Daily News cuando se comunicaron por teléfono. "Creo que hay algo mentalmente malo con ella".
Se refirió a Johnson como voluntaria, no como una empleada.
"No sucedió", dijo sobre sus acusaciones. "Somos buenas personas. No hacemos nada malo ".
Rosenberg dijo que Johnson era una empleada paga y que el negocio no era una obra de caridad.
"A Ella le pagaban en efectivo. Tenemos mensajes de texto de ella a él, sobre llegada tarde ", dijo.
En su demanda, Johnson dice que un compañero de trabajo identificado solo como Joe la acosó sexualmente mientras trabajaban a pedido de Dennis en su negocio separate financial services business, Tax Town, al final de la calle...
Por NANCY DILLON
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