La bodega que en el momento del brutal asesinato, era propiedad de Modesto Cruz, fue vendida a Báez, aunque los detalles de la transacción no han sido revelados, debido a las amenazas que dijo recibió el dueño original, acusado por la comunidad de no proteger al muchacho para tratar de impedir el asesinato.
Como parte de la nueva imagen, los miles de velones, flores y mensajes que formaban el gigantesco altar en el frente, fue barrido por trabajadores a las órdenes de Báez.
“Yo me siento bien mal por eso, porque no hace ni dos meses que mataron al hijo mío ahí, para ahora venir a poner otra bodega”, dijo el padre de Junior.
“Y eso de que la vendieron, yo no lo creo. Por respeto debieron esperar un poco más de tiempo para venir a poner otro negoció ahí”, añadió el señor Guzmán, nativo de la República Dominicana.
Báez, dijo que tiene temor respecto a como lo podría recibir la comunidad y que intentó ponerle el nombre de Junior en honor al estudiante asesinado, pero la madre, Leandra Feliz, rechazó la petición.
“Vi una oportunidad que no podía dejarla pasar, me siento muy apenado por lo que pasó, me dio muy duro por las cosas que pasaron y quiero que la comunidad me reciba, porque yo no tuve nada que ver con eso”, añadió.
“Pensaba ponerle el nombre de Junior en tributo a él, pero me dijeron que no”, dijo el comerciante.
Francisco Marte, secretario general de la Asociación de Bodegueros en Estados Unidos (ASBEU), dijo que la entidad apoya totalmente al nuevo dueño.
“Apoyamos al bodeguero que venga porque es nuestro deber respaldarlo. Es una bodega que no podemos darnos el lujo de perderla por un incidente”, añadió Marte.
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