Lineisy Montero subió al estrellato de supermodelo contra probabilidades empinadas.
Para empezar, ella no estaba interesada.
Ella es tímida. No le gusta usar maquillaje. Ella solía caerse en zapatos de tacón alto. Y en su natal República Dominicana, chicas como ella no eran vista generalmente como hermosa.
Montero tenía 14 años, flaca, de piel oscura, mucho más alta que sus amigas en la escuela. Llevaba el pelo recogido en un estilo afro o Pajón, como es referido el pelo muy rizado despectivamente en su país.
Pero un día, un hombre misterioso que la había asustado por seguirla a través de un parque de atracciones en Santo Domingo resultó ser un cazatalentos para una agencia de modelos.
Por BRENDA MEDINA
Seguir leyendo artículo original
miamiherald.com google./translate
Dre Santos
Para empezar, ella no estaba interesada.
Ella es tímida. No le gusta usar maquillaje. Ella solía caerse en zapatos de tacón alto. Y en su natal República Dominicana, chicas como ella no eran vista generalmente como hermosa.
Montero tenía 14 años, flaca, de piel oscura, mucho más alta que sus amigas en la escuela. Llevaba el pelo recogido en un estilo afro o Pajón, como es referido el pelo muy rizado despectivamente en su país.
Pero un día, un hombre misterioso que la había asustado por seguirla a través de un parque de atracciones en Santo Domingo resultó ser un cazatalentos para una agencia de modelos.
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