El uso de vasijas, ollas, tazas o platos tradicionales hechos de barro, en muchas familias hispanas de la ciudad de Nueva York es una rutina que parece inofensiva, pero en algunos casos puede esconder un enemigo muy peligroso para la salud: alta concentración de plomo en sus pinturas o esmaltes decorativos. Esta semana, el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH) encendió nuevamente estas alarmas tras confirmar 15 casos de intoxicación por plomo, asociado directamente con el uso de este tipo de artículos artesanales.eldiariony.com
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